“Como las olas del mar... y es así, es lo que sientes. A través de sus manos, con los movimientos, la respiración... sientes cómo tu tensión se va por tus manos, por tu cabeza, por tu pelo... increíble. Por un momento piensas: ¿tiene tres manos? Con ganas de repetir.”
Begoña Miñana

"Un regalo de manos, un alimento para el alma. Gracias a estos momentos puedo recordar la importancia de parar, respirar y soltar el control"
Marta Quintela